por un momento
me sentí dueña de la luna
aquella infinita y lejana
esa que me dice todo
con frases simples y tontas
y silencios tan filosos...
una soledad llena de espejos
en los que solo veo la nada
quienes no escuchan
mis suplicas ni rimas...
son esas palabras
que ni ellos ni nadie pretende escuchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario